La infusión de manzana deshidratada es una manera deliciosa y reconfortante de disfrutar de los sabores de esta fruta clásica. Simplemente coloca unos trozos de manzana deshidratada en agua caliente y deja que se infusione durante unos minutos. El resultado es una bebida suavemente dulce y aromática, con un ligero toque ácido que revitaliza los sentidos. Esta infusión es ideal para disfrutarla tanto caliente en los días fríos como fría como una refrescante opción en los días calurosos.